En medio de las dificultades de la Paz Total, se sostienen los diálogos con combos y grupos armados en ciudades como Medellín, Quibdó y Buenaventura. Estas no son las únicas ciudades con dinámicas de guerra a su interior, como lo demostró la Comisión de la Verdad en su informe. Y es que, durante décadas, la imagen dominante del conflicto armado en Colombia estuvo asociada a la ruralidad: a las selvas, los ríos, los caminos de herradura, los territorios alejados del poder central. Sin embargo, en paralelo y muchas veces entrelazada con esa historia rural, se desarrolló otra dimensión menos visible pero igualmente devastadora: la urbana.